Introducción: Un papa invita a su amigo a casa para ver a su hija lolita de 12 años bailando. Al final acaban manteniendo sexo con ella.
Autor: Anónimo2
Con Carlos éramos compañeros de trabajo desde hacia dos años, sin embargo nunca había visitado su casa, por eso ese día me sorprendió cuando, terminando la jornada, me invito a tomar un trago a su domicilio.
Tenia una hermosa casa, amplia y cómoda. Cuando llegamos preparo dos generosos cócteles y comenzamos a charlar, nos encontrábamos solos y, me explico, que su esposa se hallaba en la capital visitando a unos familiares. Carlos es un tipo jovial, simpático, de contextura atlética, un poco delgado, siempre dispuesto a la broma, de muy buen carácter, yo simpatizaba con el y habíamos intercambiado algunas opiniones sobre nuestras conductas sexuales en las largas jornadas de oficina. El sabia que yo vivía solo después de mi separación y que mi actividad sexual era mas bien escasa.
Estábamos animadamente conversando, cuando bajo desde la planta alta una criatura angelical. – Te presento a mi hija Constanza, dijo Carlos, y la niña de unos doce años, hermosa, de largo pelo claro y ojos color miel, se acerco sonriente a saludarme.
Me llamo la atención su hermoso rostro y su bellisimo cuerpo, era una hermosa damita llena de curvas deliciosas y unas torneadas piernas muy largas, la salude con cortesía y le dije – Cony, eres preciosa, ella sonrió y realizo un gesto coqueto que me encanto.
Carlos sonriendo me explico que Contanza era una aplicada estudiante de ballet clásico, lo que me dejo claro el por que de ese cuerpo maravilloso. – Ella baila estupendamente, agrego, la niña se sonrojo y trato de iniciar el abandono de la sala, pero Carlos seguía explicando del repertorio que su hija practicaba.
Tal vez los cócteles nos habían animado, Carlos, acercándose al equipo de música instalo un disco clásico, ” Cascanueces”, explicando que se trataba de una de las piezas mas difíciles en el ballet, no podía evitar el orgullo que sentía por su hija.
Se acerco a Constanza y le pidio – Cony, baila para nosotros, la niña se sorprendió, pero mantuvo una actitud casi divertida – Papa recuerda lo que me prometiste, dijo con una actitud muy picara en sus ojos.
Verdad, exclamo Carlos, y metiendo una mano en su bolsillo saco un billete de 10.000 pesos ( casi 15 dolares) y se lo extendió, – Ya, puedes ir a ese concierto rock, pero con una condición…
-Cual ? , pregunto la encantadora niña,
-Que bailes para nosotros, agrego Carlos, invitándome a tomar asiento en los cómodos sillones.
La niña, atrapada en su proyecto de diversión, accedió , y acercándose al equipo de música subió el volumen y la música de Tchaikowsky inundo la sala.
Estaba vestida con una cortita falda escocesa y una camisa blanca, por lo que sus primeros desplazamientos mostraron en todo su esplendor sus hermosas piernas. Comenzó por girar rápidamente, sostenida solo por un pie, lo que provoco que su falda volara, dejando expuestos sus menudos calzones blancos, lo que me produjo un violento impacto erótico.
De pronto sentí reír a Carlos y recién me di cuanta de que mi copa estaba ladeada en mi mano y mi boca colgaba en un gesto de sorpresa y arrobamiento, sonreí avergonzado y vi como Constanza riéndose continuaba su deliciosa danza.
La música, esa hermosa niña desplazándose con tanta ligereza, saltando, girando, mostrando en toda su belleza su delicado cuerpo, me tenían muy excitado y apenas podía disimular la gran erección de mi miembro.
En un instante, Carlos se levanto y detuvo la música, pensé que el espectáculo había terminado, pero estaba muy equivocado, recién estaba empezando.
Mi amigo se acerco a su hija, la abrazo y le hablo algo al oído, la niña me miro y en sus ojos había una mezcla de sorpresa y temor y mucho erotismo.
-Ella nos va a dar una función completa Mario, dijo Carlos, siempre y cuando me jures que nunca mencionaras esto fuera de esta casa.
-Puedes confiar en mi, lo sabes, murmure confundido, lo prometo.
Carlos sonrió y subió nuevamente el volumen de la música, se sentó y con una seña le indico a Cony que continuara con la danza.
Me acomode lo mejor que pude y mis ojos se dilataron, cuando vi a la niña que, bailando con movimientos lentos, se quitaba la camisa, debajo no llevaba sostenes y sus preciosos senos, como pequeños limones, apuntaban tensos y giraban con la danza.
Comenze a transpirar por la gran exitacion, la niña giro un par de veces y con mucha calma se quito la falda, quedando solamente con su pequeño calzón blanco. Era una poesía en movimiento, su cuerpo perfecto se movía con la agilidad propia de la bailarina. El calzón fue deslizado hacia abajo y saltando sobre el, quedo completamente desnuda en el centro de la sala.
Yo, ya no respiraba, estaba consciente que me había transformado en una estatua hipnotizado por esa maravilla de mujercita.
Sentí moverse a Carlos y recién desvié mi vista para observarlo, quede estupefacto, había deslizado sus pantalones y calzoncillo hasta las rodillas y meneaba con la mano su largo y delgado pene en completa erección, supuse que hacia rato estaba en eso, solo que yo, pendiente de la niña, no me había percatado. Mantuve silencio, tratando de adoptar una actitud despreocupada, pero el sudor que corría por mi frente decía claramente mi estado de exitacion.
Carlos sonriendo, en una actitud muy cariñosa, llamo a su hija, que, moviendo coquetamente su cuerpo, se acerco en completa desnudez y se arrodillo frente a su padre, colocando el durisimo pene en su boca, comenzando a chupar ese miembro como una experta, mientras yo observaba embobado el caliente cuadro.
Carlos murmuraba palabras de cariño a su hija mientras el duro trozo de carne entraba y salia de su pequeña boquita, de pronto le pregunto : – Cony, te gustaría ver el pene de Mario, amor mio ?, miralo al pobre, debe estar muy excitado, la chica saco el pene de su padre de su boca y sonriendo asintió con la cabeza en un gesto encantador.
Yo trate de sonreír, aunque solo dibuje una mueca nerviosa, mientras deslizaba mis pantalones y calzoncillo hasta la rodilla dejando expuesta mi verga, que, al lado de la de Carlos, era evidentemente mas grande.
-Mira Cony, exclamo Carlos sorprendido, que enorme miembro. ( Mi verga mide 32 cm. Y 6 de grosor).
La niña asintió, seria, mirando como hipnotizada mi verga erecta.-¿Deseas chupárselo ?, pregunto Carlos, ella murmuro un -si, casi como un suspiro, y vino arrastrándose arrodillada por la alfombra. Cuando estuvo a mi lado tomo mi verga muy humedecida con una de sus manitos y comenzó a masturbarme, mientras sus hermosos ojos me miraban, buscando mi respuesta.
Con temor, deslice mi mano y acaricie sus pequeños senos que sentí muy duros y con sus pequeños pezones muy paraditos. Ella comenzó a chupar mi pene en movimientos lentos, mientras Carlos se deslizaba sobre la alfombra colocando su cabeza entre las piernas de la niña comenzando a chupar su deliciosa conchita.
Todo sucedía en silencio, solo la música de “cascanueces” invadía la sala, escuchaba los gemidos de la niña, los movimientos de la lengua de Carlos en la vagina infantil y mis propios murmullos de exitacion.
Carlos se puso de pie y, levantando a Cony, acomodo su pene en su vagina penetrándola desde atrás, mientras la niña no soltaba mi verga, sentí su grito ahogado, mezcla de dolor y placer conque Cony recibió el miembro de su padre en su interior y el movimiento de entrada y salida del largo pene de Carlos produjo un ruido húmedo que aumento mi estado de calentura, transformando mi verga en una verdadera barra dura y caliente.
De pronto Carlos se retiro y levanto a la muchacha por la cintura sentándola encima mio. Ella tomo mi miembro con su mano y lo acomodo en la entrada de su pequeña vagina y comenze a penetrarla suavemente. En tres embestidas logre meterlo, era verdaderamente mas grande que el de su padre. Cony abrió los ojos en un gesto asustado cuando su interior sintió la diferencia, se abrazo fuertemente a mi cuello y besándome en los labios comenzó a moverse lentamente disfrutando de las embestidas que hacían entrar y salir casi en toda su extencion mi enorme ariete.
Carlos , sentado en la alfombra miraba encandilado el sitio de la unión y como mi gruesa maza de carne se introducía y salia del cuerpo de su tierna hija. Se mantuvo unos minutos como espectador, luego se ubico por detrás de su niña, colocando su largo y delgado pene en el orificio anal de la pequeña. Ella sintió al nuevo intruso y me abrazo con mas fuerza, como protegiéndose, la sentí gritar de dolor cuando Carlos la penetro y sentí en mi miembro la presión del pene de Carlos, separados solo por una delgada pared de cartílagos , fue una sensación demasiado estimulante, nos movimos en silencio, Cony dejada escapar pequeños quejidos, sentí latir el pene de Carlos, lo que me indico que estaba acabando, inundando el interior de su hija con semen caliente, fue demasiado, mi pene exploto violentamente inundando el interior de la matriz de la encantadora niña, ella sintió mi orgasmo y me abrazo con mas fuerza, acabando también ella con un temblor de todo su cuerpo.
La bese en la boca, en las mejillas, en sus diminutos senos, agradecido de esa experiencia inolvidable, ella, recuperando su agilidad, se movió suavemente retirándose hacia el cuarto de baño.
Acomodamos nuestras ropas y me dispuse a marcharme en un estado casi sonambulico producto del gran placer experimentado, me despedí de Carlos sin saber que decir, el coloco un dedo sobre sus labios recordándome el secreto, asentí con mi cabeza y salí a la calle, había caminado solo cinco pasos y comprobé que nuevamente estaba excitado.
** FINAL **
Aviso: Historia basada en fantasia, no hechos reales.